El concepto de Inteligencia Artificial, (AI o IA según sus siglas en inglés o español) se ha convertido en una fuente inagotable de información y noticias, y parte de polémica, tanto en los medios de comunicación como en la cotidianeidad laboral de muchas empresas grandes y pequeñas.
Esta proliferación de la AI, que facilita mucho diferentes labores en la mayoría de los sectores empresariales, puede, sin embargo, ser fuente de un considerable aumento en el nivel de riesgo de ciberataques.
Es fundamental, por tanto, contar con un sistema de protección fuerte de cara a prevenirlos, algo que puede ser de vital importancia, puesto que, como ya hemos explicado en múltiples ocasiones en este blog, un ciberataque puede causar importantes daños que afecten a la reputación, y provocar pérdidas de datos e información confidencial y graves perjuicios económicos a las empresas.
IA para predecir ciberataques
Pero la inteligencia artificial, también, es capaz de predecir y evitar incidentes de ciberseguridad. La IA emplea algoritmos en el análisis de datos, patrones, comportamientos y anomalías, utilizando toda esa información para predecir, analizar y decidir el plan de acción en la prevención de posibles ataques a la seguridad a las empresas.
Las pautas o conductas que pueden ser indicativas de una posible brecha de seguridad pueden encontrarse mediante análisis de comportamiento o de tráfico de red, como aparentes conexiones de empleados fuera del horario laboral, o accesos a información confidencial no relativa a su puesto de trabajo o transferencias de datos masivas o que se alejen del patrón habitual.
La inteligencia de amenazas analiza innumerables fuentes, datos históricos, brechas de seguridad pasadas, y también blogs, foros y redes sociales, empleando el análisis predictivo que permita pronosticar posibles ataques y realizar una protección proactiva frente a los mismos.
Beneficios de la AI en ciberseguridad
La automatización de tareas y la detección y análisis de anomalías son una excelente herramienta que permite la mejora en la capacidad de reacción del personal de seguridad, además de proporcionar una valiosa información que permite mejorar la prevención, las políticas y los procedimientos de seguridad, y por supuesto, permite prevenir pérdidas significativas, daños a la reputación y robo de datos confidenciales.
Aún así, es importante destacar que la AI no es infalible, que los ciberdelincuentes también pueden utilizar los sistemas de IA para desarrollar ataques nuevos y más sofisticados, y que cabe la posibilidad de que no pueda detectar amenazas nuevas o emergentes, por lo que es importante tener en cuenta que debe ser siempre supervisada.
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